Oasis prohibidos

De Pekín a Cachemira. Una mujer a través de Asia Central en 1935

Prólogo de Nicolas Bouvier
Traducción de Manuel Serrat Crespo

 

Dimensiones: 22×15 cm
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-18322-84-6
N.º de páginas: 120

23,00 

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Oasis prohibidos

De Pekín a Cachemira. Una mujer a través de Asia Central en 1935

Prólogo de Nicolas Bouvier
Traducción de Manuel Serrat Crespo

 

Dimensiones: 22×15 cm
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-18322-84-6
N.º de páginas: 120

 

«He tenido a menudo la impresión de hallarme en un planeta distinto y estoy, a decir verdad, como tachada ya del resto del mundo».
Ella Maillart

 

La China de 1935 aún no se ha convertido en una república comunista. Desde la revolución de 1911 este país ha sido gobernado por el Kuomintang, que intenta mantener su unidad. Al este, los japoneses ocupan Manchuria; al sur, los comunistas libran una guerra de conquista, y al oeste, las poblaciones musulmanas continúan rebelándose contra el poder central. A pesar de estas pugnas internas y de la prohibición del Gobierno chino al acceso de extranjeros, la viajera Ella Maillart parte desde Pekín con la intención de atravesar China de este a oeste. Busca llegar a los oasis «prohibidos» de Sinkiang, cuna de una milenaria cultura de origen iraní, y pasar desde allí a Cachemira atravesando las montañas del Pamir y del Karakórum.
Ella Maillart recorre China de forma clandestina sorteando grandes desafíos y trabando contacto con algunos pueblos de Asia Central (mongoles, turcos, kirguises…). Es una viajera curiosa, siempre dispuesta a conocer nuevas costumbres y disfrutar de la riqueza de otras culturas. Enfrenta con paciencia y astucia las dificultades del camino mientras que nos transmite el placer de viajar por regiones remotas y aún desconocidas, sin escatimar ni el ánimo ni la frescura de su hazaña. Es el talante de una de las grandes nómadas del siglo xx, cuya filosofía del viaje se hará extensiva a otros de sus relatos.
Una historia maravillosa que testimonia una era ya desaparecida, y nos muestra que el verdadero conocimiento se obtiene dirigiendo nuestros pasos hacia lugares desconocidos con valor e inteligencia.

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