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España vista por los viajeros extranjeros
Actualidad, patrocinios, propuestas
«No es nada usual que las mujeres viajen solas en España», comentaba Matilda Betham-Edwards, para quien el mejor compañero de viaje por La Mancha era el famoso caballero andante. «No conozco nada relevante de Vélez-Málaga, tan solo que el cautivo de Don Quijote llegó aquí con su rubia morisca, tras su huida de Argelia», escribía otro viajero, George Cayley. Una exposición virtual del Instituto Cervantes muestra cómo era nuestro país bajo la mirada de autores anglosajones que ...[Leer más]
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Orientalismos
Actualidad, patrocinios, propuestas
Mariano Fortuny, Francisco de Goya, Francisco Iturrino, Paul Klee, August Macke, Henri Matisse, Lee Miller, Pablo Picasso, Man Ray, Emilio Sala o Joaquín Sorolla son algunos de los artistas con cuyas obras el IVAM reflexiona en torno a la construcción del imaginario de Oriente Próximo y el Norte de África entre 1800 y 1956; esto es: desde la campaña napoléonica en Egipto y Siria hasta la independencia de Marruecos y Túnez. La exposición estará abierta al público hasta el 21 de junio...[Leer más]
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Una vuelta al mundo en la BNE
Actualidad, patrocinios, propuestas
Tan importante como rodear la Tierra siempre fue contarlo. No por casualidad la edad de las circunnavegaciones fue la época de la imagen del mundo, pero también la de la imprenta y el libro: mapas, derroteros y atlas, cuadernos de bitácora, diarios, literatura de viajes y, naturalmente, bibliotecas. Al fin y al cabo, ¿qué es una biblioteca sino un pequeño microcosmos, un lugar donde recorrer y perderse por estrechos y laberintos? Una exposición en la Biblioteca Nacional de España ...[Leer más]
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La naturaleza de las cosas
Actualidad, patrocinios, propuestas
Una jaula se transforma en una nube, un cubo de hielo en un regalo, notas de músicas caen como ramas de un árbol, un cactus hecho de piedras... Chema Madoz juega con elementos de lo cotidiano y con la Naturaleza, en fotografías que interpelan y sorprenden al espectador con una nueva visión del mundo. El artista crea objetos nuevos, inventa combinaciones inesperadas, piensa asociaciones insólitas. Muestra la fragilidad de la vida. Su trabajo puede verse hasta el 1 de marzo en una ...[Leer más]
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Ganges, el río Sagrado
Actualidad, patrocinios, propuestas
El artista Luis Sáez ha remontado el Ganges desde su desembocadura en Calcuta hasta Gangotri, al pie del glaciar en que brotan sus fuentes, para mostrar su desbordante espiritualidad en una exposición abierta al público hasta el 9 de febrero en el Museo Nacional de Antropología. Siempre sin abandonar los márgenes del río, las fotografías hacen escala en algunos de los lugares más señalados para las diferentes religiones de la India: Bodhgaya, donde se halla el árbol bajo el cual Buda ...[Leer más]
Dos patrias, una madriguera
Seducido, como tantos otros, por la obra del genial Albert Camus, Javier Reverte decide emprender un pequeño viaje a Orán y Argel para rastrear los lugares donde vivió el genio francés. Mientras detalla su recorrido, nos destaca lo más importante de la filosofía de Camus.
La pregunta a la que cabría contestar, o buscar respuesta, es si cada hombre posee una madriguera. Ese lugar donde se siente seguro cuando caen bombas sobre el asfalto o sobre la conciencia. Ese lugar en que cree vivir sin trampas, sin engañarse, sin preguntarse si ese bienestar lo consigue a través de la memoria del biberón o de la amnesia. Un sitio donde te crees que eres héroe porque chillas contra la injusticia, pero ese grito no se distingue del silencio o apenas rasga con su murmullo más allá de la tapa de alcantarilla que separa la madriguera del exterior. Donde da igual cómo se defina uno políticamente ante la lluvia de hierro y neutrones, porque lo que se ha de valorar son los actos de su pasado. Esa patria que justifica lo que uno es, lo que uno fue, será, estará siendo día tras día, y lo justifica con bastante dureza, al menos para el individuo, como para considerarse buena persona siempre, incluso durante las pesadillas.
Javier Reverte abandona sus largos viajes para embarcarse en una pequeña expedición que le lleve hasta los orígenes, es decir, la infancia, de Albert Camus. Leer a Camus y sentir admiración por su obra es inevitable. Pero hasta nuestro tiempo han llegado testimonios diversos de sus cualidades humanas, dudas sobre su generosidad, sobre su valentía, incluso sobre su buena educación. Al igual que concluye Javier Reverte, lo que nos queda como auténtico de él es su obra, y ahí es donde resulta incuestionable, noble, honrado, crítico, justo. Lo bastante atractivo como para embarcarse en un ferry rumbo a Orán y Argel para visitar las casas donde habitó, el liceo en que se graduó, las calles por las que jugaba. Y tratar de descubrir de qué empaque estaba hecha la madriguera de Camus, o como lo enuncia Reverte en el título, una de sus patrias. La otra, ya lo sabemos, fue la Francia que se recuperaba de una guerra en la que se acogía a toda la bohemia y a toda la filosofía.
Reverte nos descubre unas ciudades postapocalípticas, sucias, feas. Una Orán que se asemeja a la España de 1939, una Argelia que apenas asoma la nariz tras el decenio negro que supuso la guerra. Las zonas urbanas dan la impresión de estar a medio construir o a mitad de su plan de derribo. Decadentes, a lo que se parecen es a un basurero. Pero, como viene siendo habitual en sus últimos libros, Reverte descubre un nuevo amigo, un Cicerone al que querer. En este caso será un argelino con aspecto facineroso y corazón entregado a su fidelidad y su trabajo. Él será su principal contacto con un paisanaje de eminente corte masculino. Excepto en una ocasión, todas las personas con quien intercambia palabras son hombres. Eso, en mayor medida que sus enunciados describiendo lo que encuentra, da la medida del país que visita. Pero Reverte nunca se detiene en ese detalle; no se plantea el género de su contertulio, sino que trata de hallar algo de poesía en el alma de la gente que va conociendo. Con frecuencia, mientras bebe una cerveza, una afición que también se ha hecho marca de la casa.
Reverte, como siempre, no tiene ningún pudor en meter las narices en todas partes y luego pedir perdón. Pero el cuadro ya está dibujado. Y lo que destaca, por ejemplo, de la Cashbah de Argel, es que se trata de un lugar de contradicciones. Y por tanto uno de los lugares favoritos para que Reverte rompa suelas. Mientras dicta entre páginas algún dato histórico, o el mismísimo cautiverio de Cervantes, Reverte no cesa en volver a Camus, al Camus que apreciaba a los hombres libres, aunque fueran hombres desterrados. De ahí sus constantes reflexiones y acuerdos con el autor de El extranjero en temas que atañen a la justicia, a la igualdad, a la libertad, al mal, a la literatura o a la violencia. Y reclamar que ser un hombre libre es rechazar a la vez ejercer el terror y padecerlo.
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Más información de Ricardo Martínez Llorca
Excelente reseña sobre un libro sin duda menor en la producción de Reverte. Incluso algo descuidado, se echa de menos más investigación sobre esas huellas de Camus y algo de contexto actual sobre la situación de Argelia. Por otro lado, creo que llamar a Argel ciudad “postapocalíptica” o “fea” es mucho decir si no lleva el entrecomillado del autor de esa frase o la certeza del que estuvo allí para realizar tal valoración. Por muy feo que pueda parecer (que no lo es, se lo aseguro), Argel es, por encima de esa apreciación, un lugar conmovedor, especialmente por sus gentes.
Un saludo,
Volpone
Gracias, Volpone. Siento lo de las comillas. Pero en la lectura del libro de Reverte sí da la impresión de una ciudad que pertenece al género de las distopía. No dudo que un buen Cicerone sea capaz de mostrar el lado hermoso de Argel. Hasta las espinas tienen rosas. Un saludo. Ricardo