El camino cruel [3.ª ed.]

Un viaje por Turquía, Persia y Afganistán con Annemarie Schwarzenbach

Traducción de Francesc Payarols y Casas

 

 

 

 

Dimensiones: 22×15 cm
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-15958-31-4
N.º de páginas: 336

26,00 

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El camino cruel [3.ª ed.]

Un viaje por Turquía, Persia y Afganistán con Annemarie Schwarzenbach

Traducción de Francesc Payarols y Casas

 

 

 

 

Dimensiones: 22×15 cm
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-15958-31-4
N.º de páginas: 336

«La mujer a la que me refiero va vestida con botas de piel de cordero, enguantada en manoplas; su piel quemada por los vientos de montaña y el aire del desierto; que explora regiones inaccesibles de la tierra en compañía de chinos, tibetanos, rusos (…) Esta mujer es Ella Maillart».

Paul Morand

 

El camino crueles el mejor relato de una escritora y aventurera extraordinaria: Ella Maillart. Cuenta un viaje memorable realizado en los albores de la II Guerra Mundial con destino a Kabul y en compañía de la escritora y arqueóloga Annemarie Schwarzenbach, uno de los personajes más fascinantes de esa Europa encenagada de angustia que camina hacia el desastre.

Las dos amigas se embarcan en un largo periplo en coche desde Suiza a Afganistán, con el objetivo de buscar a la tribu afgana de los Hackin, atravesando Yugoslavia, Bulgaria, Turquía, Estambul, Trebisonda, Armenia, Persia, Teherán, Azerbaiyán, Afganistán, Herat y Kabul como fi n de su fabulosa aventura. Pero es un viaje más psicológico que geográfico, una oportunidad de salvar de sí misma al «ángel caído», como había bautizado Thomas Mann a Annemarie, pues «había escogido el camino cruel de la tortura», el de la adicción a la morfina. Y en el fondo, una huida del gran conflicto bélico, porque «en Occidente todo el mundo parecía tan extraviado como yo».

Es la sexta vez que viaja a Asia y según el gran viajero también suizo, Nicolas Bouvier, este largo periplo de seis meses, se decanta en su relato más feliz. Ni las crisis de Schwarzenbach, a quien se refiere en el relato como Cristina, ni el remordimiento de escapar a la guerra, minan un talante sereno que busca a la «gente que aún sabe vivir en paz», como responde a Carl G. Jung cuando éste le formula la gran pregunta: «¿Por qué viaja?». Ella Maillart, una de las grandes viajeras de su generación, muestra en estas páginas lo mejor de sí misma y nos obsequia con uno de los grandes relatos de viaje del siglo XX.